
Respeto, atención, dedicación, amor … Para mi estos valores, son los principales en la educación de los hijos.
Creo que el respeto en un valor fundamental, tanto sea de los hijos a los padres o de los padres o los hijos, perder el respeto, en los dos casos esta mal. El respeto, no se ha de perder nunca, es la base de la convivencia entre seres humanos, sin respeto nos convertimos en animales.

Cuando los niños nacen, y van creciendo en nuestros brazos, y bajo nuestras faldas, somos los padres los que tenemos que ir inculcando los valores de la vida, ellos en un principio no los conocen, pero nosotros si, por ello, hemos de ir enseñandolos, pero no como una ley, o una obligación, los hemos de ir mezclando, entre los juegos, en el día a día, desde que tienen un año, hasta que crecen y se hacen mayores.

Cuando llegan a la edad de la pubertad, que ya no nos quieren escuchar, como mínimo, dentro suyo, ya tienen la base, y si se vuelven rebeldes, solo queda la paciencia y con un poco de suerte volverán a nosotros, ya que todo es cosa de la edad, la violencia nunca es buen camino para nada.

La atención hacia ellos, creo que tambien es un valor importantisimo, muchas veces, por que estamos enfadados, o por el trabajo o por cualquier motivo, no estamos ahí, cuando nos quieren explicar cualquier cosa, (que para nosotros no tiene importancia, pero para ellos es importantisimo.) Recuerdo, cuando mi hija, con 14 años, me dijo «Mama, no tengo futuro», y era porque no sabía si podría estudiar o no, y no sabía que sería de su futuro , ya que estaba muy preocupada pues lo veía, muy obscuro.

Pienso que ese día, que nos sentamos a hablar durante 3 horas seguidas, sentimos las dos, que mas que madre e hija, eramos dos amigas, hablando de los problemas que tanto la preocupaban.Nosotros, lo padres, inculcamos los valores de la vida, lo mejor que sabemos a los hijos, pero ningún padre, llega a serlo, con la lección aprendida, y hemos de pensar que lo hemos hecho lo mejor posible, luego entre nuestras enseñanzas y sus experiencias, crece la nueva persona, que nunca será como esperamos, sino que será tal como ella es, una persona independiente y con ideas nuevas.

Otro de los valores principales es el amor que sentimos y recibimos , el amor, no creo que tenga que ver con la sangre, si no con la convivencia y el cariño, por eso una madre que adopta un hijo, puede amarlo muchísimo, y un hijo a su madre adoptiva. Una madre puede tener un hijo y darlo en adopción, y no acordarse de él, y empezar una nueva vida. Una persona, que esta contigo, hablando cada dia, y compartiendo detalles de tu vida, dándote la mano, comprendiendote y dándote cariño, la puedes querer mas que a un ser de tu familia, que al igual solo le ves el egoísmo, y la envidia, en él. Por eso, el amor va creciendo, con el contacto, tanto físico, como hablado, como escrito.

También hay personas muy sensibles a los sentimientos, y otras, no tanto, y otras no son ni sensibles. A veces las muy sensibles, (entre ellas me cuento yo), lloramos y nos disgustamos, por pequeñas cosas, que para nosotr@s, se vuelven grandes, pero también es verdad que al mismo tiempo sentimos mas las cosas buenas, el amor, por los demás, y el que nos regalan a nosotros, y los momentos felices.

De todas formas, no lloremos, por lo que pudo ser y no fue,ya que de lo pasado, ya nada podemos cambiar, solo nos sirve para recordarlo, para no volver a ello, (pensemos que hay muchas personas con valores humanos, pero siempre se ven mas, los que no los tienen), quizás a los cincuenta no podamos inculcar nada a los hijos, pero cuando los nietos los tenemos en casa, entre juegos, les podemos hacer ver, los valores que se tienen que tener. Y pensar que nuestros nietos, son el futuro del mundo.

Quizás sea poca cosa, pero de gotas de agua salada, están formados los mares y océanos, así que en lo que podamos hagamos nuestra labor lo mejor posible.
Y sobretodo, no dejemos de pensar, que del día a día, se hacen las personas, que harán nuestro futuro.